Consiste en aplicar la tinta, normalmente oleosa, sobre una plancha metálica. De ahí pasa a un cilindro cubierto por un material flexible que es el que recibe la imagen para transferirla (por presión) a la superficie impresa, generalmente de papel.
Para imprimir se utiliza la escala de colores CMKY Cyan, Magenta, amarillo (Yellow) y negro (Black).
Con este tipo de impresión se consigue un acabado de mayor calidad. Además, permite la reproducción de un elevado número de copias a mucha velocidad, disminuyendo el precio de la unidad a medida que la cantidad aumenta.
Se utiliza mayormente en:
- Instructivos
- Formatos
- Cartulinas
- Remisiones
- Órdenes de compra/trabajo
- Etiquetas adhesivas en planilla
- Dípticos/trípticos
- Folletos